sábado, 30 de octubre de 2010

UNA PICA EN LVIV, OTRA EN NERVIÓN Y UNA MÁS EN IRÚN..

   Llegaba el Sevilla a Ucrania con la oblligación de emplearse con esa intensidad que brilló por su ausencia en Gijón. Para ello, contribuyó el rival, un Karpaty que con el color de sus camisetas sin duda ayudó y mucho a la motivación extra de los sevillistas.



   Ante el enfrentamiento directo de los otros dos gallos del grupo, el Sevilla debía de hacerse con los tres puntos en juego por lo civil o por lo criminal. Manzano en esta ocasión tiró de pragmatismo, alineando un equipo muy rocoso por el centro con el binomio Zokora-Guarente reforazado con Konko como interior derecha, y dejando toda la labor creativa en los pies del gran Kanouté. Fue un partido bastante feo para el espectador, pero muy práctico desde el punto de vista del cuerpo técnico. El control total del partido fue en todo momento para el Sevilla, aprovechó su superioridad a balón parado (un gol y un remate al larguero) y se limitó a guardar la ropa ante un rival que abusó del fútbol directo y que no puso en ningún aprieto a Palop.


   El domingo, tras un largo viaje de vuelta, el Sevilla volvía a la Liga y al Sánchez Pizjúan con la necesidad imperiosa de ganar si no quería verse descolgado de la zona noble de la tabla, ya que los siguientes compromisos del equipo nervionense no son nada fáciles: Barcelona y Valencia. La baja de Navas obligó de nuevo a tirar de Konko como extremo y el francés en verdad que se ha convertido en un buen recurso para las ocasiones en las que el palaciego no esté disponible.



   Fuen un partido vistoso, con un empuje inicial de un buen Atlethic y un vendaval despues de juego de ataque sevillista comandados por un inmenso Romaric. El costamarfileño parece que por fin ha encontrado su juego y se está convirtiendo en pieza clave para el juego del equipo. Además, la enésima resurrección de Luis Fabiano, hizo que los aficionados sevillistas nos la prometiéramos muy felices cuando en los primeros minutos de la segunda parte mandábamos 3-0 en el luminoso. No obstante, la rigurosa expulsión de Fernando Navarro, hizo que el equipo se desmoronara y a punto estuvimos de sufrir una catástrofe. Finalmente 4 - 3 y la sensación de que cuando tenemos superioridad numérica no sabemos aprovecharla y que sin embargo cuando sufrimos inferioridad nos hacen muchísimo daño.


   La tercera pica, la puso el Sevilla en Irún. Es cierto que el rival es de Segunda B, pero estos partidos siempre se atragantan y el Sevilla no sólo ganó sino que sentenció la eliminatoria y disfrutará de un trámite en la vuelta para darle minutos a los Rodri, Luis Alberto y demás chicos del B que están pidiendo una oportunidad a gritos. El más destacado fue Negredo, con un doblete que promete pelear el puesto con O Fabuloso de delantero centro titular. También gustó José Carlos, aunque reconozco que para mí sigue pecando de blando, intermitente y un poco pasota. Calidad le sobra, pero debe implicarse más en tareas de equipo.


   Ahora toca una plaza complicada como es el Camp Nou, dónde el año pasado disfrutamos de una noche mágica en la final de Copa. El Barcelona es para mí el mejor equipo del mundo actualmente, o al menos, el que mejor fútbol practica, pero no invencible. Compitamos de igual a igual, despues si nos pintan la cara pues estará dentro de lo normal, pero que no sea por desgana o falta de competitividad como ocurrió en la vuelta de la Supercopa o el año pasado con el equipo que sacó Manolo Jiménez con Marc Valiente y Stankevicius de centrocampistas. Esperemos poner otra pica más esta noche en tierras catalanas...

jueves, 14 de octubre de 2010

BALDOSAS AMARILLAS

   Decía el bueno de Gregorio Manzano cuando llegó al banquillo sevillista que no tenía un botón que al apretarlo los jugadores corrieran, que no existía una varita mágica para cambiar al equipo en unas horas, que él en definitiva no era el Mago de Oz. Sin embargo, en los dos encuentros que lleva al mando de la nave nervionense, el entrenador jienense parece que se guardaba algún truco en la manga.



   No jugó bien en Dortmund, pero consiguió ganar que era lo importante y que el equipo mostrase sacrificio en el campo. Pero la prueba definitiva del cambio de rumbo fue en el partido de casa ante el Atlético de Madrid. ¿Cuanto hacía que no jugaba un partido así en casa? ¿Quién era ese jugador que acompañaba a Renato en la medular? ¿Romaric o su hermano gemelo bueno? Lo cierto es que esa victoria con buen juego a vuelto a ilusionar a una afición y a una plantilla que estaban a la deriva. Ahora, los siguientes partidos son los que marcarán si se trata de una recuperación milagrosa o sólo de un espejismo más.


   Pienso que la mano de Manzano aún no se ha podido ver en el campo. Sólo han sido pinceladas tácticas en la pizarra (como la de alinear a Renato de clásico 5 ó la de situar a Perotti en la derecha para dar cavida a Capel en la izquierda ante la ausencia de Navas) y mucha, mucha psicología. Y es que en el fútbol moderno este concepto cobra cada vez más importancia.



   Muchos nos podemos preguntar si los que dictan sentencia a los entrenadores son los propios jugadores, como ocurrió con Antonio Álvarez o anteriormente con Manolo Jiménez. Es imposible pensar que un equipo cambie tanto con los mismos elementos. Pero como alguien dijo alguna vez, "el fútbol es como el ajedrez, pero sin dados..", ahí entra en juego el factor de la motivación. El Sevilla de Juande tenía unos jugadores que no se cansaron de ganar porque nunca lo habían hecho y conseguirlo era su mayor motivación. Pero mantener ese estado es una obligación en su mayor parte del entrenador.



   En una ocasión, un entrenador inglés, cuando el masajista le comentó que determinado jugador habia perdido la memoria a causa de un golpe en un lance del juego y no recordaba ni quien era, le dijo... Pues dile que es Pelé, que salga y que empiece a marcar goles. En esta anécdota se puede ver reflejada la labor que a mi modo de ver si que ha llevado a cabo desde el primer minuto Gregorio Manzano. Bastaba con recordarle a los jugadores del Sevilla lo buenísimos que son y lograr que recuperen su confianza. Y por los resultados vistos en el último duelo liguero, parece que si que tenía algo de Mago de Oz después de todo. Esperemos que el resto de la temporada transcurra por baldosas amarillas.





viernes, 1 de octubre de 2010

LLEGAR Y BESAR EL SANTO

   Eso es lo que ha hecho Gregorio Manzano nada más hacerse cargo del banquillo sevillista. Y a buen seguro que habrá besado muchos santos pues el equipo hoy ha tenido suerte, mucha para ser precisos y la victoria me ha parecido un premio excesivo, si bien la caprichosa diosa fortuna que hoy se ha aliado con el conjunto de Nervión ha sido más esquiva en otras citas.




   Llegaba el Sevilla FC en una situación precaria al antiguo Westfalenstadion, a jugarse buena parte de su futuro en la competición europea ante un equipo enrrachado, con el viento a favor y con una confianza tremenda. Todo hacía presagiar que la crisis de juego y resultados iba a continuar, pero sólo la primera se hizo patente y una vez más se hizo bueno el dicho de a entrenador nuevo, victoria segura.



   Me ha gustado mucho el Borussia Dortmund. Un equipo que ha movido el balón con criterio, que ha presionado con intensidad y que ha demostrado que no es casualidad que se encuentre actualmente en el segundo puesto de la Bundesliga. Jugadores muy jóvenes en su mayoría que apuntan una gran proyección a muy corto plazo. Han hecho un gran partido pero no han estado afortunados, pero siguen siendo el "coco" del grupo a mi modesto entender.



   Al Sevilla lo vi más implicado, agarrándose los machos para sufrir en el campo y obtener la recompensa que obtuvo. Las líneas más juntas, cada hombre (menos Cigarini que sigue demostrando que se pierde en la media punta y que su puesto es el de mediocentro creativo) en su posición y un cierto orden táctico. En definitiva, algo más de sentido común. Pero sigue faltando ideas, chispa, creación, circulación de pelota, calidad, pegada, desmarques... esperemos que Manzano consiga mejorar todas esas cosas en poco tiempo, pues hasta el mismo ha admitido que es el gran problema actualmente de la plantilla.



   Buen partido de Palop salvo por la salida fallida casi al final y que casi nos cuesta el empate, bien la defensa en general (por fin un partido dónde no encajamos..) y regular el resto del equipo. Muy gris en ataque y correcto en la defensa y presión. Destacaría a un Cáceres cada vez más imprescindible en este equipo y a un Kanouté que le dió algo de pausa al equipo cuando más apretaron los teutones. Por último incidir en que a Negredo lo ha mirado un tuerto porque no se pueden fallar ocasiones tan claras como las falla este muchacho.


   Hoy, cuando el Sevilla se hacía centenario en Europa, cuando nuestro entrenador se estrenaba en el banquillo y en competiciones del viejo continente, cuando Cigarini se estrena como goleador nervionense, hoy, ha comenzado la "Era Manzano" y si ha comenzado con tres puntos importantísimos no puedo más que decir que no pudo tener mejor debut.