La primera en la frente. No pudo ser, el Sevilla FC dice adiós a las primeras de cambio a su competición favorita, a su campeonato fetiche, al único título al que podíamos aspirar siendo realistas (los nacionales salvo sorpresa ya tienen asignado un ganador...). ¿Jugó mal el Sevilla? No podemos afirmarlo con rotundidad, como tampoco podemos decir que arrolló a su rival. Un Hannover que tuvo tres llegadas en la ida e hizo dos goles y dos en la vuelta para convertir otro. Máxima eficacia, ante la inoperancia de los Negredo (continua su idilio con los postes), Kanouté o Escudé. No es hora de poner paños calientes, el equipo que despertaba tanta ilusión se la ha pegado en la primera curva. Toca entrar en boxes, reparar los daños en la medida de los posible (No estaría mal la llegada de un delantero y un central) y mirar hacia el frente. El proyecto de Marcelino sufre un revés fuerte, aunque no tiene porque significar el K.O. Nos ha eliminado un equipo del montón, pero quizás eso nos sirva para aprender que el Sevilla de hoy en día es también un equipo del montón. Por cierto, el árbitro nefasto (tarjeteó a diestro y siniestro sin razón, permitió las exageradas pérdidas de tiempo teutonas y se comió un penalty cometido por Palop como una casa).
El domingo como uno más animando para quedarnos con los tres primeros puntos en juego ante un atractivo Málaga que no lo pondrá nada fácil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario